Muchas veces tenemos un mal día en el que no todo salió bien, o no te sacaste una buena calificación, o simplemente no es un buen día, pues si nosotros que llevamos una vida sin muchas preocupaciones tenemos ese tipo de días, imagínense no más los malos días que pasan nuestros padres, se acumula el estrés, la tensión de tener que pagar las cuentas, que el carro, que la tarjeta, la pensión de nuestros colegios, el transporte que nos lleva y nos trae, gastos de por medio... Ellos obviamente tienen más carga y motivos para que los abarque la ansiedad.
Así que no hagamos cosas que los molestan, todo lo contrario, hagamos que se sientan orgullosos, que se den cuenta que nos pueden dejar de vez en cuando cuidando a nuestros hermanos, o con la casa sola, demostremos que podemos ser lo suficientemente maduros como para manejar una situación de éste tipo, que no vamos a quemar la casa, que no vamos a sacar la casa por la ventana, que no va a ser el fin del mundo, que podemos controlar
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